martes, 16 de octubre de 2012

UN PREMIO PARA LA HISTORIA.


UN PREMIO PARA LA HISTORIA.


LLEGAN LOS IMPUESTOS A LOS PREMIOS DE LA QUINIELA 

 

 


Francisco Franco y su acierto en las Quinielas. 

La Quiniela pagará más impuestos. Los acertantes pagarán el 20% del importe que supere los 2.500.- euros de premio. 

JJ Morón 

La quiniela de fútbol en España fue creada con el arranque de la Liga en el año 1929, aunque en el año 1946, en plena dictadura, existía un mercadillo de apuestas no oficiales, y aconsejaron al gobierno crear lo que se conoció como el Patronato de apuestas Mutuas Deportivo Benéficas, incautar la quiniela y tomar una parte del pastel. Y claro, Franco también jugaba sus boletos, al ser este juego uno de los componentes básicos del “pan y circo” nacional del momento. Y tuvo suerte, porque en 1967 acertó una de 12. Aunque una quiniela de 12 no supone un premio considerable, tiene guasa que teniendo a toda España en su mano se llevara 2.838 pesetas "extras" por aquel boleto.

Hay algunos que hablan de la “baraka” de Franco, el dictador español. La palabra árabe baraka o barakah significa «bendición» divina. Se emplea en francés y español con el significado de “suerte providencial”. En general se dice que alguien «tiene baraka» cuando ha superado favorablemente una situación muy peligrosa. 

Baraka no es otra cosa que suerte, según la RAE. Y es que al parecer, Francisco Franco salió ileso sorprendentemente de algunas acciones militares. Pero la suerte del caudillo iba más allá, dicho sea esto con todas las cautelas.

Dejando aparte el tema político, hay que reconocer que Franco era un personaje curioso. Desde su más tierna infancia se dio cuenta que con la fuerza bruta nunca iba a lograr nada; era el más pequeño de su clase, tenía una voz aflautada y un carácter retraído que hacía que fuera el blanco de las burlas del resto de niños. Así en la Academia Militar, los demás Cadetes le hacían desfilar en paños menores y con un mini-fusil con los cañones recortados mientras canturreaban “Franquito, Franquito…” Estas humillaciones, lejos de hundir al adolescente gallego, le hicieron creer más firmemente en que la astucia y el pasar desapercibido, serían la mejor estrategia para lograr sus propósitos. Y así, minusvalorado por muchos compañeros de promoción, fue ascendiendo rango tras rango hasta conseguir ser el Jefe de Estado durante casi 40 años de España. Ahí es nada…

Pero para lograr todas esas medallas que le permitieron ser el General más joven de Europa, tuvo que batallar mucho contra los moros en el Rif, y allí fue donde empieza la leyenda de Franco. 

Franco poseía, como ya he comentado, y según los marroquíes, la “baraka”, esa suerte divina que hacía que se librara de balas que llevaban su nombre y que acaban siempre matando precisamente a los rivales que le disputaban el ascenso militar. Los moros lo temían por ello, era el “elegido” para proyectos superiores. Conocedor de su fama y a pesar de ser muy religioso, Franco siempre gustó del ocultismo para conocer los designios del Altísimo. Franco creía en Dios, en Jesús, en la Virgen, en el Espíritu Santo, pero también le gustaba escuchar “otra segunda opinión” en las santeras, en las echadoras de cartas y en las supersticiones. Supongo que, posiblemente,  el ser de Galicia influiría en su personalidad, ya que un gallego que se precie siempre dirá “Deus é bo pero o Demo non é malo”. 

Con esa baraka consiguió ganar la Guerra de Marruecos, la Guerra Civil y jugar a dos bandas en la Guerra Mundial y vivir para contarlo. Muchos que se burlaron de él y lo menospreciaron, quedaron en el camino. Pero además de todo esto, parece ser que la “baraka” también era extensible a los juegos de azar.

La quiniela es un “invento” apropiado por Franco. Aunque creada en 1929 por un tabernero de Santander como pasatiempo para su clientela y unidad de negocio para su establecimiento, regulada por hacienda y aportando a la beneficencia desde su creación. Fue en el año 1946 cuando la reguló el gobierno del general, continuando cual se creara con un tipo de boleto que tenía más de Quinigol actual que de Quiniela, pues había que acertar los marcadores de, ya en esos años,  siete partidos. En su comienzo fueron cinco encuentros formados por los diez equipos que jugaban la Liga, de ahí el nombre de Quiniela.

La famosa Quiniela de fútbol que jugamos aquí en España, apostando sobre los resultados de los partidos, fue regulada e incautada en el año 1946, en plena dictadura franquista. Existía un cierto mercadillo de apuestas, tras la finalización de la guerra civil, no oficiales y aconsejaron al gobierno regular la Quiniela y tomar una parte del pastel, obviamente.

Y claro, siendo Franco un “españolito” más y este juego uno de los componentes básicos del “pan y circo” nacional del momento, el tipo jugaba sus boletos. Y es aquí donde le volvió a sonreír la suerte, su peculiar “baraka”. Porque acertó una Quiniela de 12 en 1967. Como ustedes sabrán, acertar 12 no supone un premio considerable, pero en cualquier caso, ya tiene “guasa” que teniendo a toda España en su puño (mejor que en su mano) el tío se llevara 2.838 pesetas por aquel boleto. (El 26 de mayo del 67 acertó la Quiniela).

Por cierto, aclarar que aunque en algunas fuentes he podido leer que el premio se acercaba al millón de pesetas, puedo asegurar que el premio fueron las 2.838 pesetas que comentaba. En cualquier caso, poco dinero cuando se tiene mucho, pero una muestra más de que la suerte también juega en la vida.

La imagen que acompaña esta entrada muestra el boleto que supuestamente le reportó el premio al caudillo. Lógicamente, la firma no es la suya realmente. 

En la biografía de Franco escrita por Paul Preston se habla del tema. Dice el autor que a Franco le tocaron un par de premios importantes (espaciados en el tiempo), que cuando empezó a jugar firmaba con un seudónimo ("Francisco Cofrán", muy original él), pero que con los años pasó a firmar con su nombre y en la casilla de la dirección ponía directamente "El Pardo". Curiosamente, en la imagen que adjuntamos, eso es lo que pone en la segunda línea, debajo de la firma, en la línea del domicilio.

De todas formas, existen habladurías al respecto que también debo dejar en este artículo. Se comenta sobre premios de más calado, eso sí, no puedo confirmar que esos premios existieran, es más, no existe registro alguno sobre ello más que habladurías o relatos de boca en boca, aunque tratándose del Caudillo y su “baraka”… quién sabe.

Todos conocemos que Franco no era muy aficionado al fútbol, pero si gustaba de cubrir Quinielas, aprovechando su “gracia de Dios”. Por lo visto, algo de lo que decían los moros a su espalda debía de ser cierto, porque Franco acertó, según los comentarios no confirmados y publicados como “parece ser”, un premio de 14 en 1967 valorado en cerca de un millón de pesetas, un autentico dineral en la época. Este premio está cubierto de mucha polémica, pues los historiadores no se acaban de poner de acuerdo en qué premio le tocó al Caudillo. Aunque oficialmente y según gestiones personales realizadas para la localización del boleto, el premio localizado fue el ya comentado 12 valorado en 2838 pesetas, se dice que aquello fue solo una pantalla para ocultar el premio de 14 aciertos de más de las 900.000 pesetas.
 
 

Ese Señor de Ferrol que parecía la reencarnación del Emperador Claudio (aquel al que le perdonaron la vida porque creían que era idiota y resultó ser todo lo contrario),  siempre ganaba en todo lo que se proponía.

La Quiniela pagará más impuestos

Hasta el día 31 de diciembre de 2012 y desde su creación, si le ha tocado la Quiniela -o por si algún día le toca antes de la fecha indicada- debes saber que los premios de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) están exentos de pagar impuestos. Esto incluye las Quinielas y el Quinigol. Así se señala en el apartado ‘ñ’ del artículo 7 de la ley 35/2006, de 28 de noviembre, del IRPF. Por lo tanto, estos tributan al 0%. lo mismo ocurre con los premios de loterias de las Comunidades Autónomas, la ONCE o la Cruz Roja española. por el contrario, sí tributan como ganancias de patrimonio y deben pagar impuestos lo obtenido en bingos o concursos en general, como los de la tele. Solamente algunos premios literarios, artísticos o científicos están exentos si cumplen ciertos requisitos. Para ello, el organizador debe pedir al ministerio de hacienda que los declare exentos y que aparezca en el BOE

Pese a todo esto, debe tenerse en cuenta que si el premio cae en una persona jurídica, (empresa, partido político, etc.), y no una persona física, no disfrutaría de esa exención. Aquí hay que distinguir entre que los boletos de Quinielas sean propiedad de una empresa, (sí pagaría impuestos), y que una empresa compre décimos y se repartan entre sus trabajadores, (no pagarían impuestos los trabajadores).

¿Y pasado el primer año? Hay una creencia no cierta pero muy extendida en España de que los premios obtenidos en un sorteo del LAE tributan al siguiente año. Esto no es cierto. El premio siempre está libre de impuestos, lo que no está libre, lógicamente, son los beneficios devengados de dicho premio. Pero…

Ya se terminó lo que se daba, la crisis aprieta y ahora toca pagar impuestos por los premios de la Quiniela.

El reparto de la recaudación quedará igual, del total recaudado, hacienda ya descuenta el 45%, de donde entendía que los impuestos ya se saldaron y el premio quedaba libre de ellos para los acertantes. Ahora, y con la nueva medida, se recorta los beneficios de los agraciados.

Así es, el proyecto de Ley de medidas tributarias para el 2013 y 2014, aprobado el 27 de septiembre pasado en el Consejo de Ministros, estableció que los premios superiores a los 2.500.- euros correspondientes a los sorteos y apuestas de Loterías del Estado, entre los que se encuentra nuestra Quiniela, estarán sometidos a un nuevo impuesto del 20% a partir del próximo 1 de enero del próximo año 2013.

Lo que quedará para imputar será la parte del premio que exceda de 2.500 euros. Es decir, que si se ganan 3.000 euros, se tributará al 20% por 500 euros, 100 euros en total. En el caso de un premio de  400.000 euros, la medida afectará a 397.500 euros (lo que excede de 2.500 euros). El efecto del tributo del 20% significará que el premio se quedará en 320.900 euros, tras pagar al fisco 79.500 euros.

Según la normativa, el gravamen del 20% afectará al premio, independientemente del número de beneficiarios. Es decir, que si se trata de un boleto que comparte un grupo de apuestas formado por varias personas, peñas, la tributación será en conjunto del 20%. Del mismo modo, el tope de 2.500 euros para no tener que tributar por el premio se aplicará al boleto, y no a los primeros 2.500 euros que reciba cada una de las personas que lo comparten.
"El gravamen especial se devengará en el momento en que se satisfaga o abone el premio obtenido", señala la normativa para 2013. Así pues, el agraciado con un premio de lotería no deberá pagar el impuesto en su declaración, sino que cuando reciba el premio ya le será retenida la parte que irá a las arcas del Estado.
La recaudación estimada por estos premios —hasta ahora exentos de impuestos en el momento de su recepción salvo para los rendimientos sucesivos que generasen— se cifra en 824 millones de euros para el año que viene. Todo suma…